viernes, 16 de enero de 2015

Participación 4 (19.01.15)


Participación
1. ¿Tiene ventajas la forma de vida amish? ¿Cuáles? Explica
2. ¿Crees que esta forma de vida los acerque a la felicidad? ¿Por qué?
3. Al prohibir el uso de la tecnología ¿se viola algún Derecho Humano? ¿Cuál?
4. ¿Cuál es el principal dilema ético que surge ante la forma de vida de esta comunidad?

Los amish: un viaje al pasado

Fuente: www.ovejaselectricas.es


Los amish son un grupo religioso y étnico, descendiente de inmigrantes predominantemente alemanes y suizos de habla alemana, que viven en 22 asentamientos en Estados Unidos (principalmente en Ohio y en Pensilvania) y en Canadá (en Ontario).

Esta curiosa agrupación religiosa (anabaptista) vive aislada del mundo exterior, defiende el pacifismo, la vida sencilla y restringe enormemente el uso la tecnología moderna. Para los amish prácticamente el tiempo se ha detenido en el siglo XVIII y rechazan la ropa actual, los automóviles, los televisores, los teléfonos, los secadores de pelo o, incluso, el gas y la electricidad (se siguen alumbrando con lámparas de petróleo). Consideran que estas manifestaciones de la vida moderna son malvadas y ponen en peligro su forma de vida.

Sin embargo, no todos los amish son tan estrictos. El estilo de vida amish es determinado en cada comunidad, de manera que lo que se permite en una puede estar prohibido en otra. Los líderes religiosos de cada comunidad determinan sus costumbres interpretando literalmente la Biblia y basándose en una serie de normas no escritas llamadas Ordnung.

Los amish más estrictos rechazan cualquier tipo de manifestación de la tecnología moderna. Sin embargo, en algunas comunidades más flexibles, los líderes eclesiásticos se reúnen para analizar la admisión de ciertos elementos. La forma de los tirantes, el uso de botones o el número de pliegues que debe tener la cofia de las mujeres puede ser motivo de discrepancias entre las diferentes comunidades.



Los hombres suelen llevar trajes de colores oscuros y sombreros de ala ancha negros o de paja. Las mujeres no pueden llevar joyas, usan vestidos sencillos, de un sólo color, generalmente con mangas largas, una amplia falda, una cofia blanca y un delantal. No se cortan el cabello, que recogen en un moño en la parte trasera de la cabeza.



Se desplazan en coches tirados por caballos (buggy)

Los grupos con estilos de vida similares se consideran “en comunión” y sus miembros pueden visitarse y casarse entre sí. De esta manera, los amish evitan los problemas relacionados con la endogamia. No obstante, como casi todos los amish que existen en la actualidad descienden de los fundadores del siglo XVIII (unos pocos cientos), padecen de ciertas dolencias genéticas hereditarias, algunas de ellas muy graves. La mayoría de los amish aceptan las enfermedades genéticas y de cualquier otro tipo como voluntad de Dios y rechazan los exámenes genéticos previos al matrimonio y, por supuesto, tampoco los autorizan en el feto porque no admiten el aborto. Muchos amish no acuden a los médicos y si ellos o sus familiares enferman confían exclusivamente en su fe y en su comunidad.

Pero no todos actúan del mismo modo. Algunos padres decidieron aceptar la tecnología moderna para cuidar mejor de sus hijos. Muchos recibieron permisos especiales de sus líderes religiosos, pero a veces no se consiguió la autorización. En estos casos, muchos padres tomaron la decisión de abandonar el estilo de vida tradicional y fueron expulsados de su comunidad.



La electricidad se considera algo especialmente controvertido porque su uso supone el empleo de ciertos electrodomésticos mundanos y “peligrosos”, que podrían acabar con su vida sencilla. Sin embargo, para algunos comunidades, puede usarse la electricidad con ciertos límites. Por ejemplo, puede ser producida con generadores propios, para no depender de las líneas eléctricas exteriores. En estos grupos amish se aceptan las baterías de 12 V, que no generan suficiente corriente para poner en funcionamiento elementos mundanos como televisores y secadores de pelo. Los generadores eléctricos sólo pueden utilizarse para determinadas tareas como soldar, recargar baterías o hacer funcionar las ordeñadoras.



Las muñecas con que juegan las niñas amish no tienen cara. Esta curiosa costumbre se basa en unas frases de la Biblia:


"8. No te harás escultura ni imagen alguna, ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra.

9. No te postrarás ante ellas ni les darás culto. Porque yo, Yahveh tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian"
(Deuteronomio, 5, 8 y 9).

Este mandamiento lleva también a los amish más estrictos a huir de las cámaras de fotos o de televisión. Por ese motivo, en muchas de las imágenes que en este artículo reproducimos los amish aparecen de espaldas.

La comunidad actúa de forma muy eficaz cuando alguno de sus miembros tiene algún problema. Por ejemplo, reconstruye en un sólo día un granero dañado por el fuego o por cualquier desastre natural. Los miembros de la comunidad deben apoyarse mutuamente y evitar los enfrentamientos, la violencia, tanto física como verbal. Los padres educan a sus hijos desde pequeños para que no pronuncien palabras que puedan herir los sentimientos de los demás o generar agresiones. La importancia de la comunidad no impide que la familia constituya una unidad social esencial entre los amish. Las familias con siete a diez niños no son infrecuentes.



Los niños abandonan la escuela a los 14 años. Sus profesores amish les enseñan fundamentalmente un dialecto alemán amish, inglés, alemán culto (que se utiliza en los oficios religiosos), matemáticas, salud, geografía, historia y la Biblia. Para los amish, las habilidades domésticas y agrícolas son una parte muy importante en la educación del niño. Los padres consideran que la educación de sus hijos debe ser la estrictamente necesaria para ser un buen campesino y un buen padre de familia.





Algunas comunidades prohíben el uso de botones porque consideran que este objeto está asociado con las ropas de las Fuerzas Armadas, de modo que la ropa sólo puede cerrarse mediante corchetes (como sucede con el vestido de la niña y la chaqueta del niño de las imágenes superiores).



En la imagen aparece un cabina telefónica que ha instalado un granjero "inglés" (es decir, no amish) para que puedan utilizarla en casos de emergencia las familias amish locales. Las relaciones que las comunidades amish establecen con el mundo exterior son muy escasas, se reducen a escasas amistades con personas no amish y a los contactos que necesariamente tienen que mantener con ellas con motivo de sus negocios.



Chica amish pensativa



Los amish son fundamentalmente agricultores, algunos rechazan el empleo de maquinaria agrícola, por ejemplo, tractores, y utilizan sólo sus mulas y caballos. Curiosamente, otros campesinos han aceptado los productos modificados genéticamente. También son buenos granjeros y carpinteros, fabrican y venden muebles de madera. Las mujeres amish elaboran preciosos edredones.



El joven amish irá siempre bien afeitado mientras esté soltero. Cuando se case, se dejará crecer la barba. Sin embargo, en algunas comunidades, después del bautismo, que se realiza cuando son adultos, se le permite al hombre llevar barba. El bigote suele prohibirse porque se considera un símbolo del militarismo.





La rumspringa es el momento en que a los adolescentes de 16 años se les permite decidir si quieren vivir en el mundo exterior, abandonando su religión y su comunidad, o bautizarse y adoptar para siempre el estilo de vida amish. Para tomar la decisión, pueden salir de su comunidad y vivir un tiempo en el exterior, adoptando, temporalmente las costumbres de nuestro siglo. El porcentaje de abandonos es muy escaso.
Todas las comunidades amish, sean más conservadoras o más progresistas, sienten la presión del mundo moderno. Por ejemplo, las leyes americanas o canadienses sobre el trabajo de menores entran en conflicto con la autoridad de los padres amish, que les enseñan a sus hijos a trabajar muy duro desde una edad temprana.



Una ley promulgada en 1965 en Estados Unidos exime a los amish del pago de la Seguridad Social, que ellos no utilizan. Como parte de su rechazo a los seguros, los amish tampoco aceptan ayuda del gobierno en alimentación. Pero sí deben pagar otros impuestos, por ejemplo, impuestos por escuelas que no utilizan y por otros muchos servicios que ellos no necesitan.

Aunque sólo un 10% de los amish vota, este grupo religioso es partidario de forma absolutamente mayoritaria de los republicanos. Un miembro de los amish le comentó a un periodista de The Economist: "nosotros rezamos por los republicanos, pero no votamos". Su rotundo rechazo al aborto y su estilo de vida conservador los aproxima más a la ideología del partido republicano que a la del demócrata, aunque su pacifismo les impida aceptar la guerra de Irak.

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