martes, 26 de enero de 2016

ÚLTIMA PARTICIPACIÓN DEL PRIMER BLOQUE

PARTICIPACIÓN
1. Elabora un diagrama que muestre los pasos que sigue Exit para llevar a cabo un suicidio asistido.
2. Identifica en dicho diagrama:
a) El paso que vaya en contra de la Bioética.
b) El paso que vaya en contra de los pilares de la práctica médica.
c) El paso que vaya en contra del juramento hipocrático.
3. Redacta un texto breve en el que expreses tu postura sobre esta práctica.


Yo elijo mi muerte

Así discurrieron los últimos días de una enferma terminal que decidió dejar de vivir y pidió ayuda para hacerlo



Josiane Chevrier padecía un cáncer terminal que había convertido su vida en una pesadilla sin escapatoria. En Suiza, donde vivía, es legal asistir y ayudar a una persona que quiera suicidarse. Incluso hay asociaciones que se encargan de ello. EL PAÍS ha estado con esta mujer y con los voluntarios de Exit que pusieron al alcance de su mano un veneno mezclado con zumo de naranja.

Es así: dos acompañantes, voluntarios de una asociación cuyo objetivo es asistir a los suicidas, preguntan al paciente si está verdaderamente decidido. Josiane Chevrier lo está. Lo demás es sencillo. Le administran dos píldoras que tienen como misión abrir la digestión e impedir los vómitos. Luego, se le conceden veinte minutos para reflexionar y despedirse de familiares y amigos.
¿Hemos dicho sencillo?
Josiane Chevrier empleó esos 20 minutos para hablar con su hija y su nieta en privado. También en leer para sí misma una oración que había escrito días antes. Después, conminó a su hija a no llorar. En una mesa reposaba un vaso con una dosis letal de pentobarbital mezclado con zumo de naranja. Con un pasmoso sentido del humor, Josiane comentó que, por el color, la "poción mágica" parecía un vaso del oscuro aperitivo Cynar.
El pentobarbital, utilizado como poderoso anestésico, es mortal a partir de los 5 gramos. En el vaso que tomó Josiane había más de 10. La paciente lo ingirió. Cinco minutos después comenzó a bostezar. Y se recostó en su cama.
Eran las diez y media pasadas.
Tras la muerte, todos los asistentes se reunieron en el salón de la casa para conversar y compartir una taza de té. La serenidad y naturalidad de la escena parecían irreales y casi difíciles de imaginar en otros contextos culturales.
Cuando todo terminó, Julie, la nieta, comentó: "Durante semanas me pregunté cuáles iban a ser nuestras últimas palabras. Lo increíble fue que no dijimos nada especial. Fue una charla normal, como las de todos los días". Poco más tarde, Julie salió a la tormenta de nieve que se había formado fuera a fumar un cigarrillo y, muy probablemente, a liberar las lágrimas retenidas en presencia de su abuela.
El paso siguiente fue informar a la policía, que envió a un joven y comprensivo oficial para comprobar que no se había producido violencia alguna ni existía sospecha de asesinato, y para firmar los documentos pertinentes. Instantes después, llegó la médica forense para certificar el deceso y llamar a los servicios fúnebres mientras los presentes charlaban alrededor de la mesa instalada a menos de dos metros del cadáver. Todo el proceso fue, en palabras de uno de los voluntarios, Philippe Dekens, excepcionalmente sencillo y rápido: "Lo importante es la convicción y el deseo de partir de la paciente".
Tres días antes, el miércoles 8 de marzo, Josiane había comentado con la misma serenidad con la que afrontó su último instante lo que más miedo le daba del proceso:
-Que el tumor haya avanzado tanto que me impida ingerir la poción.
Esta mujer, pianista y profesora de música, una apasionada de Bach, llevaba 10 años soportando un cáncer de mama que en los últimos tiempos le había alcanzado la garganta. Los dolores eran tales que necesitaba consumir morfina de forma masiva y cotidiana. "Al principio intenté no tomarme con demasiado dramatismo el problema", explicaba. No quiso seguir ningún tratamiento convencional, ni aplicarse quimioterapia. Optó por terapias alternativas y homeopáticas acordes con su militancia ecologista. No tenía inconveniente en contar su vida, en explicar los pasos que le habían llevado a tomar esa decisión que se materializaría tres días después. A menudo su discurso se veía entrecortado a causa de lo avanzado del cáncer, que le provocaba problemas de voz y cada vez más dificultades a la hora de ingerir alimentos o bebidas. El mal había entrado en una fase denominada "de necrosis nauseabunda", lo que, en términos claros, quiere decir de putrefacción. Toda la casa, ese miércoles, estaba impregnada del olor dulzón, desagradable e inolvidable, de la enfermedad.
Josiane, divorciada, tenía tres hijas mayores de cuarenta años. Pasó la etapa final de su vida en un pequeño pueblo de la Suiza Occidental, al fondo del valle del Joux, entre montañas de estremecedora belleza. La paciente optó por vivir en esta localidad de Le Brassus para poder practicar su pasatiempo favorito: la caminata en plena naturaleza. "Durante ocho años viví bastante bien, sin demasiados dolores ni molestias", afirmaba esa tarde de miércoles. Hasta que la situación se hizo intolerable y sus condiciones de vida degeneraron hasta el punto de hacer su existencia insoportable.
A partir de aquí, la historia de esta mujer habría sido similar a la de millones de enfermos graves o en fase terminal salvo por un detalle: Josiane era suiza. Y en este país la asistencia al suicidio no está perseguida, aunque quienes la practiquen no pertenezcan a la profesión médica. Un curioso vacío legal, que arranca de la absolución de un militar que en los años veinte prestó su pistola a un compañero enamorado y despechado para que se suicidara de un tiro, ha desembocado en el artículo 115 del Código Penal suizo, que permite "la muerte con dignidad".
Josiane decidió acogerse a este derecho, y el 17 de octubre pasado llamó a Exit, una asociación suiza cuya dedicación es la de ayudar a morir a personas que lo desean.
No sólo eso. También accedió a que un periodista la acompañara a ella y a sus más íntimos familiares en sus últimos días. "Aunque no sé qué puedo tener de interesante para contar", decía. Eso sí: nada de fotografías. Josiane, una mujer de mirada clara y cabello corto y gris, conservó hasta el final una coquetería y un pudor que lo impidió. "Nadie quiere ver el rostro de un enfermo terminal", se explicó. Su vivienda, a pocos pasos de la plaza central del pueblo, es modesta y típicamente suiza. Con dos elementos destacables: un viejo clavecín y cientos de libros.
"Conocí Exit gracias a algunos amigos que eran miembros y que afirmaban que pertenecer a esa asociación les proporcionaba una gran seguridad, dado que sabían que eran los únicos dueños de su destino", comentaba Josiane. Su médico de cabecera, aunque la respetó, desaprobó su decisión y se negó a estar presente en el momento de la despedida.
Exit tardó cuatro meses en aprobar la petición de Josiane.
Hasta el 1 de febrero no aceptó que miembros suyos acompañaran y auxiliaran hasta el final a la maestra de piano y le proporcionaran la sustancia letal necesaria para hacer efectiva su "autoentrega". Antes, la asociación necesitó verificar que la mujer cumplía los requisitos que esta asociación exige a cualquier persona que reclame su ayuda para suicidarse: capacidad de discernimiento, que la demanda sea seria y repetida, que padezca una enfermedad incurable y mortal y que además ésta acarree grandes sufrimientos físicos y psíquicos.
Una restricción añadida es el hecho de que se debe ser suizo. La razón es que, fuera de Suiza, asistir y ayudar a un suicida está perseguido, lo que acarrea gran dificultad a la hora de encontrar voluntarios o, en caso de hallarlos, "mucho desgaste emocional en los voluntarios", en palabras de Jerôme Sobel, de 53 años, prestigioso médico otorrinolaringólogo y fundador y presidente de Exit.
Esta asociación, de la que en España existe una rama llamada Derecho a Morir Dignamente, funciona en Suiza desde 1982 y cuenta con más de 67.000 asociados que pagan una cuota anual de 20 euros. En 2005 ayudó a morir a 350 enfermos. Sobel defiende que "el fin de la vida forme parte del plan oficial de estudios de la escuela de medicina", y asegura que su mayor deseo es "que Exit desaparezca y que su función la desempeñe el médico de cabecera".
"Mis hijas han estado de acuerdo con mi decisión, dado que no han querido verme pasar por el infierno de los hospitales", comentaba Josiane en su casa, con la misma calma de siempre, antes de agregar: "No es la muerte lo que me da miedo, sino el hecho de no poder vivir normalmente". La paciente se mostró convencida de haber tenido "una vida plena", pero, aun así, consideró: "Es un poco injusto partir ahora y de esta manera. No es lo que yo imaginaba como final de vida".
La paciente se confesó católica de formación, pero no practicante, aunque se declaró "convencida de la existencia de una presencia superior y benévola". En su opinión, no existe "contradicción alguna entre las creencias y la decisión adoptada".
La primera semana de marzo, unos días antes de morir, Josiane conoció a los dos voluntarios que la iban a acompañar en todo el proceso y que se encargarían de proporcionarle, a su debido tiempo, el vaso con el zumo de naranja y el pentobarbital. Se llaman Philippe Dekens y Dominique Roethlisberger.
Dekens, de 55 años, es enfermero, belga de origen, y vive en Suiza desde hace 10 años. Una experiencia personal "cercana con la muerte" hace dos años le sensibilizó con el tema y decidió unirse a Exit. Dekens ha llevado a cabo cinco "acompañamientos" en 2005 y dos en los que va de 2006. Ahora mismo se está preparando para asistir a un paciente de 41 años aquejado de cáncer de próstata. Se considera "un mero ejecutante del deseo del paciente". Por su parte, Roethlisberger es una enfermera especializada en psiquiatría que trabaja desde hace seis años con la asociación. Según su experiencia, "en general, los pacientes están tan convencidos de su decisión que han perdido el miedo". Ellos trabajan en equipo, lo que es sumamente inusual dentro de la estructura de Exit.
Marianne Tendon ingresó en la asociación en 1986 y hoy es la decana de los acompañantes. Asegura que "una de las características más duras del trabajo es que se establecen vínculos muy fuertes con gente a la que se va a perder en poco tiempo". Ex educadora y enfermera, Tendon afirma que no ha acompañado jamás a alguien con dudas, "ya sea por motivos éticos o religiosos". Igualmente opina que "la gente tiene derecho a estar en contra del suicidio asistido, pero sólo en su propia vida", y que "nadie tiene derecho a legislar sobre el sufrimiento ajeno".
La cita final entre los dos acompañantes y Josiane quedó fijada para el sábado 11 de marzo. "No tengo ningún miedo por las cuestiones prácticas de la vida de los que se quedan, ni por lo que pase después de mi partida, dado que he tenido tiempo de ocuparme de todo", contaba Josiane tres días antes de morir.
Su "autoentrega" se pactó de común acuerdo con su familia. "Tomé la decisión final en el momento que sentí que, tanto yo como mis hijas, estábamos maduras para asimilar esto", añade. Nunca pensó en aceptar los cuidados paliativos que le ofrecieron. "Todo esos tratamientos y terapias son tan caros y complicados que terminan siendo una sangría inútil para la familia y la sociedad", opinaba con un pragmatismo típicamente suizo.
Exit no es la única asociación suiza que asiste al suicidio. La segunda, y más conocida internacionalmente, es Dignitas. Nacida en 1997, producto de una escisión de Exit, ubicada en Zúrich y fundada por el abogado Ludwig Minelli, Dignitas sí acepta pacientes extranjeros. Esta controvertida práctica ha dado origen al término "turismo de la muerte", dada la gran cantidad de europeos que acuden al país helvético en busca de una ayuda que no pueden obtener en su casa. Sin ir más lejos, en el Reino Unido se ha convocado un debate parlamentario al respecto en este mes de marzo, dada la creciente cantidad de ciudadanos de ese país que recurren a los servicios de Dignitas.
Minelli, que para justificar su tesis asegura que, por ejemplo, en Alemania "hay un suicidio cada 47 minutos", considera que "la sociedad aplica al suicidio asistido la misma hipocresía que en su día se aplicó al aborto".

Sin sentimentalismos

El sábado frío de la cita con Josiane en su casita de Le Brassus, durante el viaje en coche, los dos voluntarios de Exit se dedicaron a comentar otros casos, pasados y actuales, con una sobriedad absolutamente carente de sentimentalismo.
Por la charla desfilaron todos los males que atacan a los seres humanos: cáncer, esclerosis múltiple, párkinson y diversas enfermedades degenerativas. Dekens reflexionaba en voz alta: "En el mismo día del acompañamiento no nos damos cuenta de lo que ha pasado. El golpe suele llegar dos o tres días más tarde, cuando ya todo ha terminado". Y añadía: "A menudo se establece una fuerte complicidad entre el paciente y yo. Intento en la medida de lo posible no apegarme demasiado a ellos, aunque no siempre es posible. De otra manera, este voluntariado se convertiría en una carga insoportable para cualquiera".
"Las familias, en general, están serenas y aceptan la decisión", añadía. "Pero a veces, raramente, nos encontramos con una hostilidad muy marcada". El enfermero belga recordó un caso en el que el hijo de un paciente se puso a hablar con su padre, que acababa de tomar la poción, y a pedirle que no se fuera. Tardó más de seis horas en morir. La razón, según este enfermero, había que buscarla en el inconsciente del enfermo: "Seguía trabajando, aún bajo el efecto del pentobarbital, e impidiendo que el cuerpo se entregara para no dañar al hijo que le pedía que no se fuera".
En esto, llegaron al pueblo de Josiane. Eran las ocho de la mañana.
Horas después, tras la llegada del médico forense y del policía, los dos voluntarios de Exit dan por terminado su cometido. Y dejan la casa de la mujer aquejada de cáncer para cumplir con un ritual inexcusable posterior a cada "acompañamiento". Ellos lo llaman "pegarse una buena comilona". Un restaurante de montaña recibió a los voluntarios que, con carnes regadas con una generosa dosis de vinos franceses, comentaban las incidencias de la partida de Josiane. Los comensales de las mesas vecinas se mostraban visiblemente perturbados por el tema de la conversación. Pero ellos hablaban sin dejar que la sombra de la tragedia ocupara la mesa.

viernes, 22 de enero de 2016

RÚBRICA DEL PRIMER PROYECTO

COLEGIO CERVANTES DE TORREÓN UAVS
Departamento de Bachillerato

Ética y valores II
Discurso persuasivo


Indicaciones generales
  1. El proyecto consiste en redactar un discurso persuasivo sobre tu postura personal en alguno de los siguientes temas:
    a. Ética y desarrollo tecnológico
     b. Reproducción asistida
    c. Eugenesia
    d. Eutanasia y suicidio asistido
    e. Aborto
  1. El discurso deberá tener una extensión mínima de 1 cuartilla y máxima de 2.
  2. Se escribirá en computadora.
  3. Deberá entregarse el lunes 8 de febrero a la hora clase.
  4. La primer hoja del proyecto corresponde a la matriz de evaluación.

    NOTA: El proyecto podrá desarrollarse de manera individual, en parejas o tríos.

Formato
  1. Portada institucional (institución, materia, título, autor, lugar y fecha).
  2. Letra t. 12 (Times New Roman); Interlineado 1.5, alineación: justificado.
  3. Deberá entregarse con clip/grapa dentro de un fólder o mica de plástico.

Contenido
  1. Deberá iniciar con una epígrafe que haga referencia al tema elegido y a tu postura sobre el mismo.
  2. Desde los primeros párrafos, deberás manifestar tu declaración de tesis sobre el tema. El resto del discurso deberá apoyar la declaración de tesis.
  3. Para que tus argumentos resulten más sólidos, deberás citar al menos 2 fuentes de expertos.
  4. La conclusión deberá ser contundente y emotiva.
  5. Se incluirá una hoja para las referencias citadas.


Exposición del discurso
Esta se llevará a cabo en la sesión del 11 de febrero, teniendo como público a los compañeros de tu grupo.
El discurso se puede leer o memorizar. En caso de optar por la lectura, ésta debe ser fluída y permitirte mantener, ocasionalmente, contacto visual.



MATRIZ DE VALORACIÓN

TÍTULO: ________________________________________________________________
ALUMNO: ________________________________________________ SECCIÓN: ______


INDICADORES
2
1
0
Formato y presentación
El documento se presenta con el formato indicado, portada institucional y limpieza.
El documento se presenta con la mayor parte del formato indicado, portada y limpieza.
El documento se presenta con fallas en el formato indicado, sin portada institucional o limpieza.
Dominio del tema
En el discurso se aprecian ideas precisas, claras y centradas en el tema.
El discurso se desvía ocasionalmente
del tema o las ideas están formuladas
de manera poco clara o imprecisa.
No se distingue un tema central a lo
largo del discurso.
Argumentación sólida
Estas se encuentran apoyadas con referencias
a fuentes confiables de información (2)

Las fuentes bibliográficas a las que acude son escasas o no provienen de fuentes confiables.
No fundamenta
sus ideas aludiendo a fuentes de
información o fundamenta a partir
de sus opiniones personales.
Estructura general
El discurso presenta la siguiente
estructura:
a) Introducción o exordio.
b)Desarrollo o exposición.
c) Conclusión.
El discurso presenta, de manera
general, la siguiente estructura, aunque ocasionalmente no se distingue el paso de una parte a otra:
a) Introducción o exordio.
b) Desarrollo o exposición.
c) Conclusión o peroración.
El discurso no responde a la
siguiente estructura, pues falta una
parte o se confunden las partes entre ellas: a) Introducción o
exordio.
b) Desarrollo o exposición.
c) Conclusión o peroración.
Estructura argumentativa
Se aprecia la existencia de una tesis clara,
apoyada al menos por dos argumentos y
dos respaldos correspondientes
La tesis de su intervención es poco
clara y se encuentra apoyada por solo
un argumento o por dos argumentos
sin sus respaldos correspondientes
No presenta una tesis, sino un tema
central en torno al cual estructura
su discurso. No se observan
argumentos claros, ni respaldos,
solo ideas y datos de apoyo


INDICADORES
10-9
8-7
6-5
Elementos verbales y no verbales
-Habla fuerte y claro.
- Enfatiza las ideas
centrales a través de inflexiones de
la voz.
  • Hace pausas apropiadas para asegurar la comprensión por parte de la audiencia.
  • Utiliza adecuadamente
recursos no verbales para
apoyar su discurso, evitando gestos que
distraigan.
- Permanece erguido, se mueve con naturalidad y no da la espalda al
público, manteniendo el contacto visual
  • Habla con claridad, pero emplea un tono monótono.
  • No hace suficientes
pausas o hace demasiadas. - Utiliza recursos no verbales para apoyar su discurso, pero estos
constituyen un elemento distractor en lugar de apoyar su discurso.
- Permanece erguido, pero no se mueve con naturalidad y, ocasionalmente, da la espalda al público, perdiendo el contacto visual.
- Se expresa de manera
confusa, habla muy rápido o extremadamente lento.
- No ve al público
durante su exposición.
- No utiliza
recursos no verbales.
- Tiende a apoyarse y moverse.
- Frecuentemente, da la espalda al público, perdiendo el contacto
visual.









PARTICIPACIÓN 6


CASOS DE MATERNIDAD SUBROGADA

Participación

a. ¿Cuál de los casos te parece que tiene una mayor justificación moral? Explica
b. ¿Cuál te parece el argumento más fuerte a favor de la maternidad subrogada?
c. ¿Cuál te parece el argumento más fuerte en contra de la maternidad subrogada?
d.  Los médicos que acceden a estas prácticas, ¿cuál corriente bioética siguen?


CASO 1

El último de los casos que ha llegado a ser noticia es uno que sucedió el año pasado en Reino Unido y que se conoce ahora porque es estos días cuando los protagonistas lo han explicado. Ellos son una madre, su hijo y su nieto. O quizás debería decir una madre y sus dos hijos. O una madre, su hijo y el hermano e hijo de éste. ¿Por qué tanta complicación? Pues porque la mujer dio a luz al hijo de su hijo gay, que además está soltero y sin compromiso.
El nombre del padre es Kyle, Kyle Casson, de 27 años, y lleva desde los 24 deseando ser padre. Sus ganas eran tales que decidió que buscaría a alguien que pudiera gestar a su bebé. Con el óvulo de una donante anónima y su esperma, el óvulo fecundado se implantaría en el vientre de una mujer que pudiera y quisiera ser madre circunstancial de ese bebé.
En un primer momento buscó a mujeres que pudieran hacerlo. Como hombre soltero, tuvo muchos problemas para encontrar a una, pero finalmente dio con una mujer dispuesta a prestar su vientre. El problema fue que la cosa "no cuajó" y al final no pudo ser. En su desesperación, víctima del deseo de ser padre, acabó por pedir ayuda a su madre, Anne-Marie, de 46 años, y ésta no dudó en acceder a hacer posible su sueño.
La fecundación se llevó a cabo y nueve meses después nació Miles, un bebé que ahora tiene ocho meses y que es el hijo de Kyle, pero también, en teoría, el hijo de su abuela. De este modo, él se convirtió en el primer hombre en el Reino Unido en tener un bebé mediante una maternidad subrogada.
Obviamente, no lo hizo para sustentar ese honor. Él lo hizo porque quería tener un bebé, y su madre lo hizo para hacerle feliz. Lo consultó con su marido y ambos estuvieron de acuerdo en hacerlo.
Según las leyes de Reino Unido, Miles es hijo biológico de los padres de Kyle, y él es su hermano. Sin embargo, biológicamente, el esperma es de Kyle y el óvulo de la donante, por lo que la madre-abuela tiene claro que "él no está biológicamente ligado a mí, aparte de que es mi nieto".
Para solucionar este embrollo, Kyle tenía que adoptar al bebé, a Miles, para que fuera considerado su padre y no su hermano, pero se encontró con un escollo, una persona soltera no puede solicitar la adopción de un bebé. De hecho, la ley dice que una madre subrogada deberá entregar el bebé nacido a la pareja que ha contratado sus servicios. ¿Quiere decir esto que es ilegal contratar a una mujer si eres una persona sin pareja? Al parecer no. Según leemos en el Daily Mail, una persona soltera puede llevar a cabo un procedimiento de maternidad subrogada. El problema es que luego no podrá adoptarlo, por no tener pareja.
El caso llegó a los tribunales, pues Kyle quería que su hijo fuera, ante la ley, su hijo, y lo consiguió. La semana pasada, el Tribunal Superior de Justicia dictaminó que el proceso fue legal y que, aunque no debería entregar al niño a un solo padre, como padre e hijo están legalmente vinculados como hermanos la situación es diferente. Vamos, que el juez consideró que por ser hermanos no se estaba violando ninguna ley y permitió la adopción. Los trabajadores sociales estuvieron de acuerdo para que el bebé y el padre estuvieran juntos, como tal, lo antes posible y se fortaleciese el vínculo en una relación de padre e hijo.
Kyle, ante la noticia, decidió dar sus razones, explicar por qué había decidido tener un hijo y por qué decidió hacerlo de esta manera:
Entiendo que no todo el mundo esté de acuerdo, cada uno es libre de tener su propia opinión. Tengo un hijo y soy muy feliz. Mientras la gente pueda proporcionar un hogar y tenga apoyo, no veo por qué a alguien se le debe negar el derecho a ser padre.
Independientemente de la sexualidad, el género y el tiempo que se puede brindar para el niño, no veo cuál es el problema. ¿Que pagué por él? No es dinero de los contribuyentes, soy dueño de mi propia casa y voy a volver a trabajar.
Mi padre me dijo "¿por qué no esperas a conocer a alguien?" Pero nadie puede garantizar que voy a conocer a nadie. Yo no elegí ser gay, nací así. Nací incapaz de tener hijos. No puedo ir y tener relaciones sexuales con una mujer. Ser padre era una prioridad en mi vida y ahora lo he conseguido.
Las críticas no han tardado en llegar y hay peticiones para que se revise la ley y se controlen y eviten abusos en este sentido, como muchos consideran lo que han hecho Kyle y Anne-Marie, su madre. Para ellos, la opción más lógica por parte del padre habría sido tener una pareja previamente, o bien haber adoptado a un niño. Él, de hecho, tenía intención de hacerlo cuando por su mente pasaba la idea de ser madre porque creía que era la única opción para ser padre. Sin embargo, se enteró de la posibilidad de tener un hijo biológico con un vientre de alquiler y decidió que quería hacerlo así, que quería tener un hijo suyo.
Es un tema con muchas variantes, con muchas cuestiones a tener en cuenta y muchas dudas éticas. Se trata de un bebé que no tendrá madre, que no recibirá el calor de su pecho, que no mamará, que no será cuidado por la mujer que lo dio a luz, y esto genera mucha controversia. Pero, ¿y cuando una pareja de mujeres tiene un bebé? Ese bebé no tiene padre. ¿Es comparable? ¿No es lo mismo?
CASO 2
Suena insólito oir noticias como éstas, pero la legislación de algunos países lo permite. Es el primer caso de implantación de embriones de una mujer fallecida en un vientre de alquiler, lo que permitió el nacimiento de un bebé dos años después de morir su madre
Sucedió en Israel, donde tras una larga batalla jurídica, la fiscalía general permitió a un hombre utilizar dos de los embriones congelados años antes de que su mujer, Keren, muriera debido a un cáncer. 
Habían intentado sin éxito tener un bebé por inseminación artificial antes de que ella enfermara de un tumor cerebral. El cáncer la obligó a paralizar el tratamiento de fertilidad que había comenzado para tener hijos, pero era su deseo traer un hijo al mundo, aunque falleciera. 
Los embriones estaban conservados, por tanto el marido solicitó y consiguió hacer realidad el sueño de su mujer y hacer valer su derecho a ser padre, "ya que el 50 por ciento del material genético es suyo".
El hecho es que hace pocos días nacía en los Estados Unidos, de una madre de alquiler, una niña con los genes de su madre biológica que no ha llegado a conocer. 
CASO 3
Tamara, no lo ha tenido fácil en su camino hacia la maternidad. En el año 2003, embarazada de su primer bebé, fue diagnosticada de preeclampsia y de síndrome de HELLP. Los médicos decidieron provocarle el parto a las 25 semanas de gestación. Así nació su primera hija, una niña prematura que pesó poco más de 500 gramos
Tamara recibió entonces el mensaje de que otro embarazo podría acabar, con un 60% de probabilidades, del mismo modo. Durante dos años pasó con su hija la mayor parte del tiempo en casa, con diversos problemas médicos y con dificultades a la hora de alimentarla y de lograr que creciera y engordara bien. Fue a partir del segundo cumpleaños de la niña cuando decidió conocer a otras madres con hijos para que se relacionara con otros niños. Fue así como conoció a Logan, una madre que también tenía un hijo de 2 años. Iniciaron una amistad que poco a poco se fue haciendo más fuerte, más cercana.
A medida que la hija de Tamara iba teniendo mejor salud, ella y Brent, su marido, empezaron a pensar en tener otro bebé. El problema es que el riesgo de que todo acabara siendo igual no les dejaba decidirse. Un año después de iniciar su amistad, y tras oír a Tamara hablar del deseo de ser madre otra vez, Logan le hizo una oferta que cambiaría sus vidas para siempre. Le ofreció su vientre, su útero, para gestar a su hijo por ella.
Tras varios momentos de debate, sopesando pros y contras, decidieron hacerlo realidad y en el segundo intento, con los óvulos de Tamara y el esperma de Brent, Logan quedó embarazada. Tamara relató que era feliz, esperando un nuevo bebé, pero que a veces sentía el dolor de no poder ser ella quien lo gestara.
Tras un parto en el que estuvieron todos presentes nació el bebé , dado a luz por Logan y amamantado por Tamara, su madre biológica.
Tal y como lo hemos explicado parece claro que la madre biológica es Tamara, pues el óvulo es suyo. Sin embargo no podemos obviar dos cosas: el microquimerismo fetal y el hecho que el bebé ha crecido alimentado por el cuerpo de Logan.
El microquimerismo fetal es un término que, en resumen, viene a decir que cuando una mujer está gestando un bebé, algunas células de la mujer llegan a pasar al bebé y algunas de las células del bebé pasan a la mujer. Es decir, la carga genética principal del bebé viene del óvulo y del espermatozoide, sin embargo hay parte de intercambio de ADN también durante la gestación, por el intercambio de células comentado.
De cómo crece un bebé dentro de un cuerpo creo que no hay mucho que decir, la sangre, la placenta que crea la mujer es la que alimenta a ese bebé. Son sus nutrientes los que le hacen crecer y son sus células inmunitarias, sus defensas, las que pasan a formar parte de su cuerpo para nacer con un mínimo de protección.
Vamos, que el término "madre biológica" adquiere un claro tinte de relatividady aunque todos consideramos a Tamara la madre real, muchos podrían considerar que la verdadera madre es Logan.
Al final, de todas maneras, da un poco igual cómo se considere a una u otra "madre", porque el niño se queda con Tamara, como es lógico. Ese es el acuerdo inicial y el resultado final. Ambas están de acuerdo y ahora, según comentan, Logan tiene una relación muy especial con el bebé y todo ello ha hecho que los lazos de amistad se hayan fortalecido hasta límites insospechados.
Entonces, a mí lo que más me preocupa no es ya Tamara, su pareja ni el bebé, sino Logan. El amor, como todos sabemos, no es exclusivo del dar a luz. Los padres lo sabemos muy bien. No gestamos, no parimos, pero amamos a nuestros hijos con locura. Así que el bebé estará bien y será tan amado como si hubiera nacido del útero de Tamara. 
Pero, como digo, la que me preocupa de la ecuación es Logan, la madre de alquiler, la que gesta al bebé. No sólo son células del bebé las que pasan a la madre, su propio cuerpo cambia mucho, tanto, que genera hormonas como la oxitocina, encargada de vincular a la madre con el bebé, y sentimientos racionales (o irracionales) de posesión y de protección por el simple hecho de haber sentido, durante nueve meses, esa vida creciendo dentro. Vamos, hablando rápido, que creo que para un mujer debe ser duro, muy duro, entregar a un bebé que acabas de dar a luz y luego por la noche, esa noche, verte durmiendo "de vacío" sin el bebé que habitaba dentro a tu lado.